Queridos compañeros de ratos; a los otrora escanceadores de cauterizadores espirituales y helados varios; a los compañeros de barra y a los futuros jefes y por ende “enemigos de clase” (sobre todo tú, Damián):
Este domingo vamos a disfrutar todos (cuanto menos los que estáis felizmente empadronados y sois, por tanto, miembros de pleno derecho de esta maravillosa pero lacerada ciudad que se convertirá, en poco tiempo, en una pequeña sucursal parnasiana (es broma, ¿eh? donde se practiquen la convivencia, el respeto y la mayoría de edad civil) de la impagable oportunidad de participar en una fiesta democrática que marcará un hito en la historia de esta nuestra ciudad, en la que unos estamos más presentes que otros ahora mismo, pero que en un futuro será aquella en la que tengamos que vivir y trabajar, amar y disfrutar, y algunos, ya más pronto que tarde, educar a algún crío que no por el hecho de no llamarse Francisco Javier merece una ciudad menos habitable que la que es deseable. Tenemos la ocasión de expresar de la forma más elementalmente democrática que rechazamos este modelo de gobierno, modelo cortado por un patrón que se aplica indistintamente en toda ciudad donde gobierna un equipo partícipe de esas siglas malditas y de todo lo que representan: violencia, militarismo, mentira, latrocinio, sumisión, manipulación, arrogancia, y otras infinitas virtudes; un modelo que, en el ámbito local, yo califico de “conductista” (que no se ofenda nadie del sector de psicólogos), en el que el ciudadano (agente más o menos activo e imbricado en una red política) vé insultada su mayoría de edad moral e intelectual en tanto toda la práctica de gobierno consiste en no hacer, durante tres años, más que mantenerse chupando del bote formado con el trabajo de todos (como yo cuando fui a la Toba, ¿no?), enchufando y traficando con influencias (empleados municipales que no hacen nada; plazas de aparcamiento vendidas antes de subasta) firmando y acordando con los verdaderos beneficiarios de esta política; mientras tanto, la gran mayoría asiste pasivamente al abandono permanente de la ciudad (la más sucia de España), que sólo asiste a novedosa y frenética actividad unos meses antes de las siguientes elecciones; una actividad irritante, insoportable, a base de obras que sólo terminan justo a tiempo de que llegue la cita, justo a tiempo para que los objetos-cobayas que forman el electorado pueden sentirse deslumbrados por la superficial belleza de una ciudad que en realidad nada ha cambiado y así sugestionados para introducir la papeleta adecuada sin más proceso de maduración que el de la espontánea sensación de observar espacios caóticamente barnizados y limpiados para la ocasión (como quien pretende deslumbrar a su huésped acicalando su cochambrosa vivienda justa antes de recibir la visita –efecto este que Lola no ha podido experimentar, ya que no me visitó).
Es, por tanto, el momento de hacer de la necesidad virtud, de ejercer la mayoría de edad y la integridad moral que nos suponemos proyectando políticamente los más dignos valores que nos constituyen, desde el autorrespeto y la autoafirmación, hasta la cultura de la paz y la no-violencia, de la convivencia y el respeto a uno mismo, a los vecinos y al medio ambiente; de justicia materializada en la posibilidad de un acceso razonable a la vivienda; de amabilidad vitalizada en la habitabilidad de una ciudad con espacios verdaderamente públicos y no congestionados; de defensa de lo propio con unos servicios públicos municipales y por tanto orientados al interés general y no al beneficio de unos pocos, y con unas instituciones en las que sea obligatoria la participación ciudadana para la aprobación de los presupuestos. Y todo ello de verdad, porque no da igual quién gobierne, porque hay experiencias muy positivas y favorables en todos esos sentidos.
Para todo ello contamos con una lista plural, paritaria, máximamente representativa de todos los sectores sociales no violentos, no destructivos, no ladrones; una lista realmente ilusionante encabezada por un hombre honesto, honrado, amable, justo, sincero y abnegado; una lista de la que han de salir el mayor número posible de concejales para que el consistorio tome una nueva y verdadera orientación en todos los sentidos antedichos; una lista conformada por personas que suponen una garantía de que no se hará política de salón; una lista que se puede consultar, un alcaldable que se puede conocer, y un proyecto que se puede asumir en las siguientes direcciones de referencia:
http://www.iujaen.com/http://www.jlcano.es/Con todo el ánimo y con toda la ilusión que se respira y de la que soy plenamente partícipe pero sin excesos optimistas, os pido (frente, también, al escepticismo patológico del cabrón de Valles contra el que no tendremos tiempo de combatir) el voto para la candidatura de Izquierda Unida en las elecciones municipales del próximo domingo.
Francis
